El mundo sigue cambiando y ahora los hijos se quieren quedar en las casas con sus padres y los padres son los que quieren que se vayan. Antes, las madres querían que sus bebés se quedaran con ellas para siempre pero ahora, desde antes de que se vayan, ya están planeando que hacer con el cuarto que van a tener disponible.

El artista Gregory Pitts no esperó en rehacer el cuarto de su hijo cuando este se mudó para hacer su vida de adulto. Pitts tenía en mente hacer algo fuera de lo común en este cuarto. El artista sacó su equipo viejo de “disc jockey” y desarrolló su propia cueva de entretenimiento. El sitio que servía como el centro de pensamiento sobre el futuro del joven se volvió en un escape para el adulto. Muchas veces, lo acompañan sus amigos, fuman cigarros, beben cocteles, y escuchan música vieja.

Pitts dice que fue un tremendo proyecto pero hubiese sido peor para la madre de su hijo ya que las mujeres pueden padecer del “empty nester syndrome”. A lo mejor piensan que si cambian este cuarto con otra decoración, los hijos no volverán. Es un dilema. Los niños se van y los padres no saben que hacer con el cuarto.

Algunos lo dejan igual por varios años. El cuarto abandonado se vuelve un santuario hacia sus hijos con todos sus logros y fotografías. Se queda siendo un espacio para cuando el hijo vuelva de vacaciones.

Un ejemplo fue una madre que no le hizo cambios al cuarto de su hija cuando esta se fue a la universidad. Le quedó bien la jugada porque la hija regresó a hacer su maestría en una universidad cercana a la casa. Luego, la hija se fué una segunda vez porque se comprometió con su novio y ahora viven juntos. Ahora, la mamá contempla que hacer con el cuarto desocupado.

La fundadora y diseñadora Sara Tayte trabaja para AID, una compañía que se dedica a la decoración de interiores. Lo primero que le pregunta a los clientes es que harían con un espacio si el dinero y tamaño del mismo no fuese un problema. Les da una lista de ideas para ayudarlos. Esta incluye maquinitas, estudio de diseño personal, estudio de grabación, cuarto de fumar, cines, entres otros.

Unos clientes querían transformar el cuarto de su hijo en un cuarto de visita. Cambiaron de parecer ya que casi nunca tienen visita. Lo transformaron en un cuarto de masajes con su mesa y unas luces adecuadas. Le añadieron piedras calientes y viven enamorados de su nuevo espacio.